El Mago le pide a un espectador que lo ayude con un efecto.
Debe abrir un abanico y abanicar la mano del ejecutante y ocurrirá un milagro.
El Mago abre el abanico varias veces para mostrar al espectador cómo realizar los pases ‘mágicos’, etc.
El espectador abre el abanico pero se rompe en muchos pedazos separados.
El Mago advierte al espectador, diciendo que el abanico es coleccionable y debe ser tratado con respeto.
El Mago vuelve a abrir el abanico y se abre perfectamente.
Al volverlo entregar al espectador se rompe en pedazos.
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